Durante la Semana de la Moda de París, el diseñador Willy Chavarría presentó una pasarela que provocó polémica internacional. En el evento, varios modelos, algunos con cuerpos tatuados, desfilaron con prendas blancas y se arrodillaron simulando la apariencia de los presos del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador.
El presidente Nayib Bukele reaccionó al desfile con ironía, afirmando que si a los franceses les gusta tanto ese estilo, él estaba dispuesto a “enviarles a todos los pandilleros”. Desde la Presidencia salvadoreña, el acto fue calificado como una glorificación del crimen y una muestra de insensibilidad hacia las víctimas de la violencia en el país.
El desfile generó opiniones encontradas. Algunos lo vieron como una crítica a las condiciones carcelarias y la deshumanización, mientras que otros consideraron que romantizaba la figura del pandillero. Bukele, por su parte, reafirmó que el CECOT es una herramienta clave para combatir el crimen organizado y que no permitirá que se distorsione su propósito con fines artísticos.