Autoridades de honduras informaron el viernes, 23 de diciembre de 2022, la detención de dos pandilleros salvadoreños durante un operativo en el sur, en el marco del Plan Integral para el Tratamiento de la Extorsión, que el Gobierno puso en marcha a inicios del presente mes.
Se trata de Julio César Pineda y su pareja Liliam Lizeth Bonilla, ambos fueron detenidos en el departamento de Choluteca, fronterizo con Nicaragua, por agentes de la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado, según un comunicado de la Policía Nacional de Honduras.
Según las autoridades los dos pandilleros han sido arrestados después de "semanas de trabajos de vigilancia, seguimiento e inteligencia".
Además según las investigaciones, los salvadoreños "andan huyendo de la justicia salvadoreña y pretendían organizar estructuras de extorsión, sicariato y venta de drogas en nombre de la Mara Salvatrucha en los departamentos de Choluteca y Valle", en el sur de Honduras, añadió.
Las autoridades hondureñas realizaron un intercambio de información con las de El Salvador, quienes confirmaron que Pineda tiene una orden de captura en su país por los delitos de extorsión y asociación para delinquir, mientras que esposa estaría vinculada en diferentes ilícitos cometidos en nombre de la estructura criminal.
Más de 15 pandilleros salvadoreños han sido detenidos y entregados a las autoridades de El Salvador en los últimos días a través de los operativos que mantiene Honduras en sus fronteras.
Más de 600 elementos de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) de Honduras refuerzan desde finales de diciembre la seguridad en las fronteras del país para evitar el ingreso de delincuentes, principalmente pandilleros, después de que el Gobierno declaró "la guerra a la extorsión".
Los policías militares permanecerán por "tiempo indefinido" en las zonas fronterizas, donde realizarán patrullajes, retenes y puntos de control para evitar el ingreso a Honduras de estructuras criminales o pandilleros, según la Policía Militar del Orden Público (P.M.O.P.).
Grupos formados por jóvenes y adultos, conocidos como "maras", dominan algunos barrios de Honduras con un "modus operandi" basado en el asesinato y la extorsión, prácticas a las que se suman la amenaza y la persecución.