Un familiar de Karina Blanco, de 16 años, recibió la imagen y organizaron la búsqueda del hombre, un migrante venezolano de 55 años, lo encontraron y lo asesinaron
La muerte de la joven Karina Blanco, quien fue violada, asesinada y lanzada a un río, exacerbó la ira de los familiares de la menor y personas que la buscaron por horas. Tras hallar al presunto asesino, este confesó el crimen y luego fue golpeado y atacado con arma blanca hasta morir. Sucedió en Cáchira, Norte de Santander, Colombia.
El hombre fue identificado como Alexander Carrillo, un migrante venezolano de 55 años de edad, quien fue descubierto en una vereda de la zona gracias a fotografías enviadas por la menor antes de ser raptada.
El coronel Carlos Martínez, comandante de la Policía en Norte de Santander, lamentó la muerte de la joven e informó que el presunto agresor fue capturado, pero fue atacado con piedras y armas blancas por una turba mientras era evacuado de la estación de policía.
“La familia y una turba de este corregimiento salen en búsqueda de la persona que sale en las fotografías, la sacan de una finca y la van llevando hacia el municipio con el fin de lincharla”, dijo el coronel.
Aunque los uniformados retuvieron al hombre en la estación de policía para ser judicializado, tuvieron que trasladarlo en un vehículo para evitar una asonada en la unidad policial.